Tan sólo en paseos como los que hemos vivido juntos es cuándo te das cuenta de cuánto tienes a tu alrededor y que poco lo miras...
A veces, a Juanma y a mi, nos sorprende lo poco que levantáis la vista para mirar lo que estáis viviendo en este tipo de salidas. Si lo viéseis por la tele, diríais "qué bonito", y allí, os parece poco. Sin embargo, nos conformamos con esos momentos en los que, cascada tras cascada, os parecía que estábamos en un escenario de película; o en la oscuridad de un túnel, atravesando una montaña para dirigirnos hacia el corazón de la Sierra de Segura... o esa sensación de cansancio atravesando una cerrada en un puente colgante sobre el río...
Espero que hayáis disfrutado. El aprendizaje de estas excursiones es ilimitado: dosificar el esfuerzo, portear una carga, sobrellevar el cansancio, aprender a andar en subidas y bajadas, sortear charcos, barro... ver animales vivos (y muertos). Eso es la naturaleza: eso no es el asfalto ni la ciudad. El contacto con la naturaleza es vivo, no son rutas "de salón", son experiencias vitales que os hacen formaros y educaros, conoceros a vosotros mismos y disfrutar de algo tan extraordinario como, a veces, desconocido. Y eso sólo se aprende andando, mojándose, esforzándose: teniendo un contacto vivo con el medio, algo que de tan acostumbrados a la ciudad se nos olvida. Por lo tanto, como objetivo de la Educación Física, seguiremos con este tipo de salidas que tienen tantísimo valor de aprendizaje.
Enhorabuena por el esfuerzo.
Os dejo alguna foto.
Saludos.